31 may 2017

EL MISTERIO DE LA VIDA EN LA PALABRA DE RUBÉN VELA (I)



Extracto de la disertación de Miguel Marlaire en el espacio Misterio y Palabra realizado en la S.A.D.E. el día 26 de mayo de 2017

La obra de Rubén Vela comienza en sus jóvenes 21 años, allá por 1949, y se estructura a partir de 1953 con “Introducción a los días”. Estos primeros escritos ya establecen las pautas generatrices que inervan toda su obra hasta la fecha.  En efecto, en esos momentos nos describe el tedio y la muerte como elementos que le opacan la visión de lo inmanente, sintiendo no obstante una fuerte atracción por lo trascendente.
Las expresiones de sus escritos tempranos sintetizan su sentimiento al iniciar una vida que aún no fijaba un objetivo ni una utilidad sentida. Nace entonces un vacío interior muy difícil de llenar. Anhela una revelación divina que cubra el faltante de una dirección necesaria para la comprensión del fenómeno existencial. No alcanza aún a comprender el porqué de esta carencia. Esto lo rebela ante el orden existente.
En sus escritos tardíos de los años 2011 al 2014, encontramos en “Memoria antigua” algunos elementos de sus recuerdos de la rebeldía juvenil expresados desde la aceptación fáctica:
                   Dios está arriba
                   El hombre está abajo
                   Dios es Dios
                   Dios se ha olvidado del hombre[i].
Ese contacto con el misterio lo ha llevado al fin al encuentro con sus más profundos sentimientos y vivencias. Nada quedó asegurado, la madurez resulta un espacio terrible, carente de inocencia, desprovisto de encanto. La invasión del espíritu irrumpe en el jardín de hielo, y lo que se piensa concluido no lo es. Todo debe ser reiniciado permanentemente, no hay punto de apoyo, y lo pasado pesa y duele. Esa música que no es tal es el leit motiv de su vida de intensa búsqueda, es su contacto con lo insondable, con la infinitud que puede aterrar tanto como admirar.
Este testimonio de una intensa vida espiritual reflejada en el poema, nos muestra un trabajo arduo y sin pausa con un delicado estilo descriptivo que emociona, conmueve y suscita la más profunda de las reflexiones.

Miguel Fernando Marlaire



[i] Memoria Antigua. Poemas como Piedras.(2011)

Presentación del libro La guerra olvidada, de David Sorbille y Sergio Sosa






La presentación del libro La guerra olvidada, de David Sorbille y Sergio Sosa, contó con la participación especial del Profesor y escritor Carlos E. Berbeglia quien realizó 5 preguntas para que el autor presente, en este caso David Sorbille, respondiera con la suficiente amplitud sobre algunos fundamentos del libro en cuestión. Seguidamente, destacamos 2 de ellas. 

1ª Pregunta: Ante los conflictos que suelen asolar a nuestro continente a lo largo de su historia, aún es posible hablar de unidad latinoamericana?
Respuesta: La unidad latinoamericana es una utopía, y como tal, debe ser asumida porque fue expuesta por los grandes libertadores, es decir, Bolívar y San Martín. Pero, en el proceso histórico se cuentan situaciones que hicieron privar los intereses mezquinos de algunos países de la región manipulados por intereses foráneos vinculados al petróleo, a la venta de armas, o a la banca internacional, que insisten en frustrar el logro de dicha utopía. 

2ª Pregunta: Al referirse a los pueblos originarios se hace mención a una frase de Arturo Jauretche: lo que importa no es cambiar de collar, sino dejar de ser perro.
Respuesta: Entendemos que los pueblos originarios siempre han sido las víctimas, tanto en la conquista española como en algunos regímenes llamados republicanos que fueron tanto o más agresivos que los otros. La frase puede compararse con la del Gral. San Martín cuando dijo: seamos libres lo demás no importa nada. Es decir, no se trata de sacarse de encima a un amo para estar bajo el ala de otro, porque esa decisión no asegura la verdadera independencia.

Gacetilla del Segundo Ciclo de Encuentro de Escritores en SADE


FOTOS del SEGUNDO ENCUENTRO DEL CICLO CULTURAL MISTERIO Y PALABRA






























19 may 2017

SEGUNDO ENCUENTRO: CICLO CULTRAL "MISTERIO Y PALABRA

Conducción General:
Graciela Licciardi
y
David Antonio Sorbille

Prensa:
María Fernanda Macimiani

Miembros de Honor:

Emil García Cabot
y
Jorge Luis Estrella (post-m.)




1- Disertación:
“El misterio en la poesía de Rubén Vela”.
Miguel Marlaire

2- Poetas invitadas:
Graciela Bucci - Nilda Barba

3- Presentación de “La Guerra Olvidada”,
de David A. Sorbille y Sergio A. Sosa
por Carlos E. Berbeglia

4- Micrófono abierto:
Ronda de lectores con un poema o un cuento breve
que no exceda de una carilla.


Obsequio de libros.

gracielalicciardi@yahoo.com.ar
davidsorbille@hotmail.com

SE RUEGA PUNTUALIDAD
¡Esperamos contar con su presencia!



http://cicloculturalmisterioypalabra.blogspot.com.ar/
Cada mes publicaremos la invitación al próximo encuentro en nuestro Blog.


- Graciela Licciardi - Editora, Escritora
- David Antonio Sorbille - Escritor

16 may 2017

FOTOS del PRIMER ENCUENTRO DEL CICLO CULTURAL MISTERIO Y PALABRA

















EXPOSICIÓN DE CARLOS ENRIQUE BERBEGLIA, LA ANGUSTIA, ALGUNAS APRECIACIONES.




Esquema expositivo, breve síntesis.

Un mínimo de filología Del latín angüstus hacia 1140, angosto,y, de allí, angustia, hacia 1430. También asociado a angëre, estrechez, ahogar, de allí el derivado angina.

De acuerdo con S. Freud, en: Más allá del principio del placer, el temor (furcht) requiere un objeto, el pavor (schreck) al enfrentarse un peligro, ante el cual no se está preparado,
la angustia (angst), expectación ante el peligro desconocido.

S.Kierkegaard, la desesperación proviene del yo, que es espíritu, el animal no se angustia porque carece de espíritu.


Martín Heidegger: La angustia es un temple de ánimo que nos revela la nada, a la par que se descubre la existencia como sostenida sobre ella. Sin su presencia la existencia se perdería en lo cotidiano, se anquilosaría en lo satisfecho.
Contraposición filosófica: La eudaimonía aristotélica y la idea almafuertiana: Yo amo la libertad/ como los dioses/y el feliz, como el asno/ su pesebre.

Otto Bollnow sobrepone a la angustia el temple anímico de la esperanza, en tanto que Ernst Bloch denomina principio esperanza, en el decurso de la historia la consideración de la utopía como una función esencial del ser humano. Sin embargo, para esta misma época, cuarta y quinta década del siglo XX, aparecen la antiutopías, al estilo de 1984, de Orwell, o Un mundo feliz, de Aldous Huxley.

Zygmunt Bauman, la utopía, en cambio, a partir de principios del siglo XXI, que antes se buscaba en el futuro, se traslada al pasado, la retrotropía, el futuro es moldeable, pero el pasado es sólido, macizo y fijo.

Una fuente de la angustia la encontramos en la incertidumbre, que va más que la falta de precisión en los hechos del futuro porque socava el desenvolvimiento cotidiano en los hábitos. En este sentido afirmar que los animales no se angustian es un disparate y revela un antropocentrismo rayano en la ignorancia. Ellos no responden por lo cual puede construirse cualquier teoría que poseerá validez, la de Aristóteles, que no ríen, la cartesiana, que son como máquinas, o la presente de Kierkegaard, que no se angustian. Estas afirmaciones, en sus tiempos respectivos tenían un valor relativo, hoy, los estudios de psicología animal las desmienten, tal vez carezcan de esperanza¸ pero bien manifiestan alegría y tristeza más allá del temor y el hambre instintivas.

Conclusiones. CEBerbeglia, en “Vida, pensamiento, libertad”, Buenos Aires, Biblos, 1985, muestra la gradación del sufrimiento, variados son los motivos que nos conducen a padecerlo, una de ellos es la angustia, no vale utilizar ambos términos como  sinónimos porque aleja la precisión terminológica y empobrece el contenido psíquico. Acaso, la expresión culminante de la angustia sea la de Cristo. “Dios mío, ¿por qué me has abandonado? San Mateo, 27, 46
      
Carlos Enrique Berbeglia, Buenos Aires, en la SADE, el 28 de abril de 2017